El Museo Judío de Berlín (Jüdisches Museum Berlin) se encuentra en la calle Lindenstraße 9-14. Se puede llegar por Metro: U1, U6: Hallesches Tor; U6 Kochstraße; y por autobús: M41, M29. El museo abre de martes a domingo desde las 10.00 a las 20.00 horas, y los lunes desde las 10.00 a las 22.00 horas. La entrada general cuesta cinco euros y 2.50 con descuento.
El gran monumento que desde finales de 2001 alberga el Museo Judío de Berlín fue inaugurado vacío en 1999, y desde entonces lo han visitado más 400.000 personas. El diseño arquitectónico es obra de Daniel Libeskind y constituye en sí mismo una obra de arte.
Se trata de un monumental conjunto en forma de saeta en zigzaga, de acero, zinc y cemento. En un principio parecía imposible acomodarlo a la linealidad que requiere una exposición de museo; sin embargo, se ha integrado magníficamente la exposición permanente del museo judío siguiendo un orden cronológico, con secciones temáticas que recorren 2.000 años de historia judía en Alemania.
No tiene entrada desde el exterior del edificio. Para acceder hay que pasar por el antiguo edificio barroco anejo que en otro tiempo alberga el Museo de Historia de Berlín y hoy hace las funciones de vestíbulo. Después de subir una larga escaler y pasar un túnel subterráneo, el visitante se encuentra frente a tres recorridos diferentes que simbolizan los diversos destinos del pueblo judío.
El recorrido que conduce directamente a la impresionante exposición en los pisos superiores representa la continuidad en la historia del pueblo judío y su esperanza. El segundo camino simboliza el exilio y lleva hasta un jardín interior dedicado a E.T. A. Hoffmann.
La intersección de los direrentes caminos es una invitación a la reflexión sobre la historia del Holocausto, no sólo para aquellos que se salvaron con el exilio, sino también para todas aquellas personas que, siendo judías, no vivieron la Shoah, de aquí que los más adecuado sea realizar primero un recorrido por este laberinto antes de acceder a la exposición cronológica de los pisos superiores.
Foto vía Blog de Tamara Da Silva
