En Berlín, para que los sentidos disfruten basta con pasear por los puestos callejeros, los mercados y las tiendas de alimentación especializadas. Las salchichas picantes o muy especiadas, como las típicas currywurst o thüringer, son el mejor reclamo de las tradicionales charcuterías alemanas, de la misma forma que las tahonas atraen a los paseantse con el aroma de los panes y bollos recién horneados.
La gastronomía alemana también incluye verduras y productos de la tierra, como la col lombarda, el repollo o las setas, y pescados procedentes de sus muchos ríos y lagos, como luciopercas, anguilas, truchas y cangrejos de ríos.