El Monumento a los judíos de Europa asesinados, también conocido como Monumento al holocausto, es un monumento que recuerda los judíos víctimas del genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Se halla ubicado en Ebertstrasse.
Se emplearon 17 años en discutir la planificación y construcción de este monumento. Finalmente, el 10 de mayo de 2005, la obra se hizo realidad, y dos días después se abrió al público. El Monumento al Holocausto ocupa la extensión de un campo de fútbol y queda al sur de la Puerta de Brandeburgo, en el suburbio berlinés de Friedrichstadt, y al costado de donde alguna vez estuvo el «Reichspraesidentenpalais», residencia de los presidentes de la República de Weimar.
El arquitecto de Nueva York, Peter Eisenmann, ideó una inmensa y peculiar red de 2.711 bloques rectangulares de hormigón, de diferente altura, sober un terreno ondulante que evoca un gigantesco cementerio. Se puede acceder libremente a este laberinto desd cualquier punto y deambular por sus calles las 24 horas del día.
A primera vista, este monumento berlinés parece sobrio y poco conmovedorr pero el visitante pronto sentirá la frialdad de la piedra y se percatará de la interacción de luces y sombras.
Para saber más, se puede visitar el Ort Der Information (centro de información), debajo del monumento; se accede por el este y bre entre las 10.00 y las 20.00 horas. A la completa exposición cronológica de la persecución judía durante el Tercer Reich le siguen una serie de salas que documentan el destino de las personas y familias enteras.
Además, existe una habitación oscura en cuyas cuatro paredes se proyectan los nombres de las víctimas y sus fechas de nacimiento en tanto que una voz afligida lee sus cortas biografías. Se tardarían casi siete años en oírlas todas.
En defnitiva, un monumento que se debe visitar para comprender mucho mejor el gravísimo sufrimiento del pueblo judió durante el régimen nazi.
Foto vía ElEspectador.com
