Categoría - Plazas de Berlín

Alrededores de Bebelplatz

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El tramo de Unter den Linden que discurre entre Schlossbrücke y Friedrischstrasse es uno de los lugares más bellos del centro de Berlín. En esta zona se alzan majestuosos edificos de estilo barroco y neoclásico, diseñados en muchos casos por arquitectos de renombre, así como varios palacios restaurados utilizados como edificios públicos. Entre ellos destaca el edificio barroco del Zeughaus, que hoy alberga el Deutsches Historiches Museum.

1º. Staatsbibliothek:

Esta biblioteca neobarroca diseñada por Ernst Von Ibne se construyó entre 1903 y 1914. El interior alberga una colección del siglo XVII.

2º. Humboldt Universität:

La entrada al patio está flanqueada por los pabellones de la guardia y coronada por las figuras alegóricas del Alba y el Crepúsculo.

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Pariser Platz, una elegante plaza berlinesa

En Unter dern Liden se encuentra la Pariser Platz que merece la pena visitar. La Puerta de Brandeburgo monta guardia frente a este elegante plaza berlinesa, que quedó totalmente arrasada durante la Segunda Guerra Mundial y que pasó en la Guerra Fría en el Este, atrapada a la sombra del Muro de Berlín.

Hoy en día, en cambio, se ha convertido en la zona más cara de la capital de Alemania, con embajadas, bancos y un hotel de lujo, a lo que han contribuido célebres arquitectos de fama internacional.

De California vino, por ejemplo, el deconstructivista Franz Gehry, autor de una gran obra en el DZ Bank, en el número 3, una carga de efecto para la vista uan vez se atraviesan las pesadas puertas.

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La Potsdamer Platz

Durante décadas metáfora de una capital desgarrada, después de la Reunificación alemana esta plaza ha concentrado el deseo alemán de alejar los fantasmas y demostrar que la historia nunca acaba. La Potsdamer Platz ha sido objeto de una realización arquitectónica y artística sin precedentes en la historia del urbanismo del siglo XX,  en un esfuerzo por devolverle su antiguo carácter de principal polo de atracción de la ciudad de Berlín.

El origen de esta plaza se remonta a 1838. En los años 20 del siglo XX se había convertido en el corazón de la metrópoli más vital y transgesora de Europa. Albergaba los hoteles más lujosos, los cafés literarios más animados, los comercios más elititas y los cabarets más famosos. Incluso se instaló el primer semáforo del mundo, hoy el único vestigio de la antigua grandez de la plaza tras la reconstrucción.

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