El mastodóntico Museo Alemán de la Tecnología (Deutsches Technikmuseum Berlin) es un lugar fantástico para tener a los niños entretenidos durante horas. Se encuentra en el número 9 de Trebinner Strasse. Los precios de la entrada van desde los 5 a los 3 euros. Abre de martes a viernes entre las 9.00 y las 17.30 horas, y desde las 10.00 a las 18.00 horas los sábados y los domingos.
Las 14 secciones de este museo están repletas de instalaciones, demostracionse y exposiciones interactivas que repasan los avances tecnológicos de los últimos años. Hay un salón entero con locomotoras antiguas y salas llenas de imprentas históricas, proyectores de cine, televisores, teléfonos y muchas cosas más .
Entre sus maravillas sobresale la reconstrucción de la primera computadora del mundo, la Z1 (1938) de Konrad Zuse. Por todo el recinto, se pueden pulsar botones y tiras de palancas, mientras el simpático personal explica el funcionamiento de las máquinas y hace demostraciones con ellas.
En diciembre de 2003 se inauguró un ala nueva que acoge la colección estelar del museo, dedicada a la aviación y la navegación. En la muestra se pueden ver diversas embarcaciones, incluido el Biber de la Segunda Guerra Mundial. La secció de aviación repasa los 200 años de la aeronaútica alemana, desde los experimentales globos aerostáticos al puente aéreo de Berlín.
Por otro lado, ua en el exterior, en el extenso Museumpark, se pueden ver molinos de viento, una rueda hidraúlica, una locomotora y una antigua destilería de cerveza.
Por último, en el adyacente Spectrum (entrada pro Möckernstrasse, 26, incluido en la entrada) merece unas horas de visita. En este fabuloso centro científico se puede participar en unos 250 experimentos que explican de forma lúdica las leyes de la física y otros principios. Aquí obtendrán la respuesta aquellos que alguna vez se preguntaron por qué el cielo es azul o como funciona una pila.
Foto vía conCIENCIAtec
