En muchas pinturas y fotografías de principios del siglo XX aparece Nollendorfplatz como un bullicioso lugar atestado de cafés y teatros. Es precisamente esta especie de ambiente liberal y libertino lo que atrajo a esta zona al escritor británico Christopher Isherwood en la década de 1920. La película Cabaret se inspiró en sus libros. El escritor vivió en el cercano edificio de apartamentos del número 17 de Nollendortstrasse.
Para Isherwood, «Berlín significaba chicos», los que pululaban por bares célebres como El Dorado, un promiscuo garito que frecuentaban Marlene Dietrich y la cantanta Claire Waldorff. Por supuesto, los nazis pusieron fin a este desenfreno en Berlín.
Aunque El Dorado nunca reabriera sus puertas, la zona sur de Nollendorfplatz, sobre todo Motzstrasse, reasumió su papel de centro homosexual de Berlín tras la Segunda Guerra Mundial; hoy en día, sigue siendo un importante lugar de ambiente.
Desde 1989 hay una placa triangular de granito rosa en la entrada sur de la estación de U-Bahn de Nollendorfplatz que rinde homenaje a los homosexuales víctimas del Tercer Reich. Aunque se habla poco de ello, este colectivo sufrió lo indecible bajo el régimen nazi. Muchos de ellos fueron encarcerlados, deportados a campos de concentración, torturados y asesinados.
El principal edificio que sobrevivió a los pecaminosos años veinte es el Metropol Theater, con su erótico y ornamentado friso. Se inauguroó en 1906 bajo el nombre de Neue Schauspielhaus (Nuevo Teatro) y más tarde Erwin Piscator se hizo cargo de él. A finales de 2005, se reinaguró como un local nocturno llamado Goya.
Desde Nollendorfplatz, tras un corto paseo por Maessenstrasse en dirección sur, se alcanza Winterfeldtplatz, escenario de un popular mercado de productos agrícolas los miércoles y los sábados.
Por último, alrededor de Nollendorfplatza hay cafés, restaurantes, tiendas, locales y boutiques , así como la bella iglesia St-Matthias Kirche.
Foto vía Way to Stay
