Berlín ha instalado en sus calles más de 30 ‘frigoríficos sociales’. Esta singular iniciativa consiste en la colocación de neveras en varios establecimientos y puntos de la capital germana donde los voluntarios depositan la comida que les sobra o que recogen de supermercados para conservarla y ofrecérsela a todo aquel que la necesite en el día a día.
Los responsables de esta campaña son la asociación alemana Lebensmitteltetter. Su fundador, Raphael Fellmer, es un joven que aboga por el estilo de vida anticonsumista, y lleva varios años viviendo sin darle uso al dinero, por voluntad propia, junto a su novia y sus dos hijos.