Baden-Baden se halla en el sur de Alemania, en la Selva Negra. Se puede llegar en tren, por carretera y en avión; los aeropuertos más próximos son los de Stuttgart (120 kilómetros) y Estrasburgo (80 kilómetros). Desde Berlín hay más de 550 kilómetros con lo cual si viajas desde la capital germana conviene estar más de un día aquí.
Debido a las aguas termales curativas, Baden-Baden se erigió durante la Belle Epoque en la capital estival de Europa por excelencia. Por ello, al hablar de Baden-Baden, siempre hay que citar a sus termas: el Friedrischsbad, un lujoso templo del baños de estilo romano-irlandés, y las Termas de Caracalla, un placer digno de dioses.
Pero Baden-Baden es mucho más que sus conocidas aguas. Aquí está uno de los casinos más bonitos y de mayor tradición del mundo y también la Festspielhaus, la cuarta ópera en tamaño del mundo. Asimismo, existe una activa vida cultural en el teatro de la Goetheplatz.