El parque Tempelhof, que mide más de 300.000 metros cuadrados, cuenta con el edificio considerado el monumento más grande de Europa y rememora tanto a la historia de Berlín como a la triste ideología nazi al haber sido un sitio de producción de armas durante la Segunda Guerra Mundial.
El aeropuerto de Tempelhof pasó de concentrar parte del tráfico aéreo europeo durante varias décadas del siglo XX, a funcionar como un parque abierto al público, que posibilita una de las pocas vistas del cielo abierto en plena capital de Alemania.
Este parque está situado en la zona de Tempelhof-Schöneberg, al sur del centro de la capita germana, y alberga un museo que resume toda la historia del aeropuerto, que permaneció cerrado durante la Segunda Guerra Mundial y el comienzo del período postguerra.