El Museo de Artes Aplicadas

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El Museo de Artes Aplicadas (Kunstgewerbemusem) es el más antiguo de Alemania en su género. Abre de martes a viernes entre las 10.00 y las 18.00 horas; los sábados y los domingos entre las 11.00 y las 18.00 horas; cierra los lunes. Fue fundado en 1867, en una época de gran desarrollo industrial.

Sus orígenes fueron didáctico, pero pronto se hizo con una amplia colección que ilustraba el desarrollo de las artes aplicadas desde la Edad Media hasta 1921, colección que se vio enriquecida con piezas procedentes de la casa real.

La exposición está organizada a lo largo de tres plantas, con tres grandes salas en cada una que siguen un orden cronológico. En una galería aparte se ofrece un recorrido didáctico desde las diferentes técnicas artesanales de la Edad  Media hasta el diseño italiano de la décad de 1970 y 1980.

De las piezas medievales destacan el Welfenschatz del Dom de Braunschweig, la cruz de Heinrich del Münsterchtaz de Basilea y el tesoro de Dionisius von Enger-Herford que según la tradición perteneció a Carlomagno.

Del Renacimiento sobreslen el gabinte de esmaltes de Limoges y una valiosa colección de cerámicas de Faneza y Mantua. También hay que fijarse en los magníficos objetos de ajuar y decoración, libros y brevarios en pergamino.  

Por otro, este museo cuenta con una amplia selección dedicada a la porcelana alemana de la segunda mitad del siglo XVIII. El estilo liberty está representado por una gran variedad de jarrones de cristal de Bohemia (1915-1920), esmaltes de Limoges, Nancy y París, decoración de porcelanas de Estocolmo y Copenhaque, piezas de cristal de Emile Gallé y refinados objetos de René Lalique y de Tiffany.

Además, la sección dedicada a la arquitectura del siglo XX está clasificada según categorías. En la sección de Arquitectura de Interior se pueden ver obras de Otto Wagner, Hermann Muthesius, Herny van de Velde, Charles Rennie Mackintosch o Gió Ponti.

Por último, en Arquitectura técnia se pueden ver los proyectos para los ordenadores de Olivetti (1982) o los de Marco Zanuso para el teléfono Grillo (1966), el transitor y el televisor Brionvega y los proyectos de Peter Behrensa par AEG y Werkbund.

Foto vía Minube

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