La Biennale de Berlín 2012, el mayor escaparate de la vanguardia artística de toda Alemania, se inaugurá el 27 de abril con más acento político que nunca y a modo de catálogo de las revueltas que sacuden el mundo actual. «Forget Fear» («Olvidad el miedo») es el lema de la séptima edición de la Biennale, que discurrirá por distintas galerías y espacios culturales de Berlín hasta el próximo 1 de julio.
La muestra adopta el espíritu de su comisario, el polaco Artur Zmijeski, quien se define como un claro provocador artístico y que desembarcó en la capital alemana apuntalado en trabajos anteriores, como la película «Berek», en la que recrea una cámara de gas nazi, con varios presos bailando felices y desnudos antes de ser gaseados.
La Biennale de Berlín, que se financia sobre todo con fondos públicos y a la que el gobierno federal aportó un total de 2,5 millones de euros, se extiende por una decena de galerías de la capital , con su sede central en el KW Institute for Contemporary Art, centro vanguardista del barrio de Mitte de Berlín.
En el KW, una de las salas punteras del circuito artístico berlinés, se hallan entre otros el proyecto «Indignados/Occupy Biennale», que engloba tanto el movimiento 15M, en la Puerta del Sol de Madrid, como los distintos «Occupy» de Wall Street, Fráncfort y restantes centros financieros del mundo.
Asimismo en el KW se concentra el proyecto del artista checo Martin Zet, que pretende «reciclar» el libro del político socialdemócrata Thilo Sarrazin «Deutschland schafft sich ab» -«Alemania se descompone»-, un texto de tintes islamófobos que el año pasado se convirtió en best-seller de Alemania.
Además la muestra acoge proyectos relativos al conflicto de Oriente Medio o la lucha del pueblo palestino. Así, el artista Khaled Jarrar convierte en instalación artística la no existencia de un pasaporte palestino, por no existir tal Estado, en tanto que la situación del campamento de refugiados de Aida queda representado a través de una monumental llave, de nueve metros de largo y una tonelada de peso.
Por últtimo, la Biennale ha seleccionado 50 proyectos, procedentes de una veintena de países y en su inmensa mayoría representativos del espíritu politizado de Zmijewski.
Foto vía Modem On Line
