Os invito a visitar Berlín en un fin de semana siguiendo esta particular hoja de viaje por la capital de Alemania.
VIERNES
Se puede empezar lavisita con la bonita panorámica que ofrece el piso 25 de la torre Panorama Punkt, con vistas a la futurista Postdamerplatz. Desde lo alto, se localiza la cúpula del Sony Center, en Bellevuestrasse y el nuevo Walk of Fam. Una vez abajo, se reocmienda visitar el Filmhaus o Museo del Cine y la Televisión.
Luego, se puede ir de compras por el Ku’damm. Bajo el transfondo de la iglesia Memorial Kaiser Wilhelm se ven desde boutiques de diseñadoras como Jil Sander o Hellman, a grandes almacenes muy selectos como Hallhuber o Stilwerk, más los incombustibles KaDeWe. A pocas paradas del Metro o S-Bahn se encuentran dos museos muy singulares: el Museo Erótico y el Currywurst Museum.
SÁBADO
A primera hora hay que vistiar el Reichstag. Su bella cúpula de cristal, donde han abierto un restaurante, proporciona unas vistas del Tiergarten espectaculares.
Desde allí, se llega a la Puerta de Brandenburgo, símbolo de la división berlinesa durante la Guerra Fría. Luego, a unos pasos por Eberstrasse, se acede al jardín de teselas Memorial del Holocausto.
También se puede visitar el novedoso Centro de Documentación de la Topografía del terror (Niederkirchnerstrasse), la Fernsehturm o Torre de Televisión (Panoramastrasse) y Alexanderplatz.
Ya por la tarde se recomienda acudir a la Museumsinsel o Isla de los Museos, en el río Spree. Se puede comprar el billete por Internet para ahorrar tiempo, pero no queda sino escoger entre de sus cinco museos: el legado es tan vasto como inabarcable. En un par de horass se puede contemplar los tesoros de Persia y el Altar del Pergamonmuseum e incluso dedicar unos minutos al busto Nefertiti en su nueva ubicación del Neues Museum.
Al atardecer, las kneipen o tabernas del Tiergarten en torno a Kantstrasse resultan un sitio de encuentro habitual. También se puede acudir a bares como Kunsthaus Tacheless, Zapata y Studio 54, o clubs de estética post-punk como White Trash.
DOMINGO
Durante la Guerra Fría, el paso entre el Berlín Este y el sector americano de Friedrischstrasse no tiene pérdida: una nube de gente indica la entrada al Checkpoint Charlie Mauermuseum. Este diminuto edificio alberga testimonios de historias anónimas sobre los métodos y resultados de los intentos de huida de un lado a otro del Muro. Otro monumento interesante es el complejo del Berlin Wall Memorial Se extiende a lo largo de 1,4 kilómetros por antigua frontera del Muro de Berlín.
Por último, la nueva área de ocio es el antiguo aeropuerto, convertido en el mayor parque público de Berlín: el Tempelhofer Feld. La pista que sobrevolaron los Boeing y Airbus al lado de Kreuzberg se usa por patinadores, ciclistas y jóvenes rappers.
Foto vía Periodista Digital