La desaparecida iglesia de Belén, icono de la amistad entre alemanes y checos, vueve a nacer de sus ruinas en forma de monumentales «nervios de acero», gracias al excelente trabajo del artista conceptual español Juan Garaizabal, que devuelve de esta manera a Berlín un parte de su memoria urbana.
Este templo religioso, erigido entre 1733 y 1735, supuso hasta 1943, año en que quedó gravemente dañado por los bombardeos, un hito de la generosidad del emperador Federico Guillermo I, que se la regaló a los refugiados bohemios que tuvieron que dejar su patria por motivos religiosos y hallaron en la capital alemana un nuevo hogar que les acogió de forma calurosa.
En 1963, en todavía tiempos de un Berlín dividido en dos partes, las ruinas de la iglesia de Belén fueron derruidas por las autoridades para albergar parte de las instalaciones del famosos paso fronterizo de Checkpoint Charlie en el muro de Berlín.
La iglesia de Belén, sita en la plaza Betlehemskirchplatz , representa «una ausencia» que el artista española ha rescatado. La iglesia de Belén, también llamada iglesia de los bohemios, podrá contemplarse en su emplazamiento original hasta el próximo 30 de septiembre, toda vez que las instalaciones que forman parte de las memorias urbanas de Garaizabal, aunque tienen vocación de permanencia, resultan temporales.
Además, para cuando la noche se apodera de la ciudad alemana, Garaizabal ha creado una estructura con unos cordones de luz púrpura que subrayan algunos elementos más concretos de este templo de 31 metros de altura, con una base de 24 por 21 metros. Todo una maravilla visual que hará delicias de las visitantes durante este verano.
Por último, el Museo de Comunicación exhibe durante el verano todo el proceso creativo e histórico de la pieza elaborada por Garaizabal y también la preciosa y ardua aventura que ha supuesto hacerla.
Foto vía Noticias24.com