Los primeros supermercados veganos se consolidan en Berlín

Panorámica-de-Berlin-en-Alemania

Ser vegano significa no comer carne, ni pescado, ni leche, ni huevos.  Día a día crecen los seguidores de esta singular forma de alimentación. Así lo puede corroborar Jan Berdack, fundador de Veganz.

En 2012, un año después de ver la luz el primero de sus supermercados veganos, el volumen de negocio de su empresa se incremanta hasta llegar a los 1,6 millones de euros. En 2013, se superaron los cinco millones de euros.  Todo demuestra la consolidación supermercados veganos tanto en Berlín como en el resto de Alemania.

Teniendo constancia de que la Asociación Alemana de Vegetarianos cuenta con más 800.000 veganos en tierras germans, Berdack decidió apostar en el verno de  2011 por el primer establecimiento de Veganz, en el otrora muy bohemio barrio de Prenzlauer Berg en Barlín. El nombre de la cadena de supermercados es un juego de palabras que alía los términos vegan, que significa “vegano”, y ganz, o “todo”.

Tras el éxito de esta tienda, se han abierto más locales, un segundo en Berlín y otros en  las localidades alemanas de Frankfurt, Múnich y Hamburgo. Admeás, en el 2014,  la compañía seguría con  su implantación teutona, abriendo establecimientos en Leipzig y Essen,  en tanto estudia implantarse  en Colonia, Stuttgart, Hanover y Düsseldorf

Por otro lado, se consdiera que los supermercados veganos deben levantarse cerca de las universides o de las zonas residenciales con mayor nivel económico. De este modo  puede deducirse que el público de los supermercados veganos se encuentra entre las élites intelectuales y económicas.

Así todo apunta a que sólo perteneciendo a esta lujosa franja social uno decide gastarse casi cuatro euros en una barra energética de cereales cien por cien vegana. O que se opte por consumir un sucedáneo de carne más caro que unas rodajas de embutido. Caro, muy caro.

Foto vía  El Mundo en mi maleta

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