En Berlín, para que los sentidos disfruten basta con pasear por los puestos callejeros, los mercados y las tiendas de alimentación especializadas. Las salchichas picantes o muy especiadas, como las típicas currywurst o thüringer, son el mejor reclamo de las tradicionales charcuterías alemanas, de la misma forma que las tahonas atraen a los paseantse con el aroma de los panes y bollos recién horneados.
La gastronomía alemana también incluye verduras y productos de la tierra, como la col lombarda, el repollo o las setas, y pescados procedentes de sus muchos ríos y lagos, como luciopercas, anguilas, truchas y cangrejos de ríos.
Hoy en día, en el menú de los berlineses hay una enorme variedad de panes y bollos, muchos de ellos propios de la ciudad, como el schusterjungen, un pan integral de trigo ycenteno, o el schrippen, un panecillo que está presente en todas las comidas.
Además, las patatas fueron introducidas por Federico el Grande y son habituales en la mayoría de los platos alemanes, bien acompañando la carne o el pescado, bien hervidas en un caldo, como en la kartoffelsuppe.
Por otra parte, los berlineses conocen muchas maneras de preparar el cerdo, lo que le convierte en su plato más popular. En el kasseler, creado por un carnicero berlinés llamado Cassel a finales del siglo XIX, la carne, sazonada y curada, se sirve con chucrut, puré de patatas y mostaza muy picante. Asimismo, el típico codillo de cerdo también se acompaña con chucrut y patatas, pero no estaría completo sin una ración de puré de guisantes.
Entre las salchichas de cerdo, destacan la currywurt, inventada en la posguerra en un puesto callejero propieda de Hedwig Mueller. Se sirve con curry picante, tomates y chile, y se acompaña con un panecillo o con patatas fritas. Es fácil encontrar este tentempié en los puestos callejeros de Berlín.
Foto vía Pasear por Berlín
