El enemigo común de los habitantes de Berlín lleva una maleta a cuestas, llena la ciudad y se sienta a comer en sus bares habituales: el turista. Así, Berlín está estudiando en crear un manual de conducta para los turistas.
«Berlín ya no te quiere» o «No más maletas de ruedas» son sólo algunos de los carteles que pueden contemplarse colgados en las ventanas de algunos de los edificios de los barrios de moda de la capital de Alemania.
Pese a que Berlín tiene en el turismo una de sus principales fuentes de ingreso, parece que ha llegado a su límite de tolerancia. Así, incluso la alcaldesa de los barrios Friedrichshain-Kreuzberg, Monika Herrmann, pidió en el diario alemán Tagesspiegel un código de comportamiento para los visitantes de la capital germana.