La bicicleta es un medio de transporte en la capital de Alemania. En Berlín, se conduce con rapidez y sin perjuicios sociales; los automovilistas no miran por encima del hombro a los ciclistas, como suele ocurrir en muchas partes. Ello supone que uno se anime a usar la bicicleta para pasear y conocer la ciudad alemana.
En caso de accidente con la bicicleta, siempre se suele dar la razón al ciclista, a no ser que su falta sea evidente y sea claramente el culpable. Además, la bicicleta está sujeta a las normas de tráfico y el turista, poco acostumbrado a ella, puede cometar infracciones. Por ejemplo, si la policía sorprende al ciclista cruzando un semáforo en rojo la multa es de 65 euros.